SEMANA DEL 4 AL 8 DE OCTUBRE
ÉTICA I
ACTOS INMORALES
Trata de responder a las siguientes cuestiones:
¿Qué es para ti la moral?
¿Qué significa que debemos comportarnos acorde a la ética?
¿De qué forma solemos darnos cuenta de que un comportamiento es bueno o malo?
¿Por qué piensas que necesitamos una moral?
¿Puedes poner ejemplos de normas morales útiles para la vida del hombre?
¿De dónde procede la mayoría de nuestros valores y normas sociales?
LAS RELACIONES INTERPERSONALES
El éxito que tengamos en la vida dependerá, en gran medida, de la habilidad para gestionar bien nuestras relaciones interpersonales. Si quieres saber cómo debes orientar tu relación con los demás, atiende al hecho de cómo te gusta que te traten a ti. Siempre hay algo que exiges en todos los tratos con otras personas: el respeto; que aceptes que eres una persona en el pleno sentido de la palabra y que, por tanto, tienes ideas, sentimientos y propósitos propios, que deben ser tenidos en cuenta. 3.1. Cómo debemos tratar a los demás Si te preguntas cómo debemos tratar a las personas con las que habitualmente nos relacionamos, presta atención a estas propuestas: Con tus padres, además de mostrarles cariño, debes procurar comprender sus puntos de vista, que tienen su sentido, aunque a veces no te lo parezca. Con tus amigos, actuar según el principio de reciprocidad, devolver las atenciones que de ellos recibimos. Con profesores y adultos con autoridad, debes reconocer su derecho a educarte y corregirte, al representar a tus padres y a la sociedad en la que nos tenemos que integrar. Con todas las personas con las que interactuamos, mantener una actitud de respeto y consideración.
La moral es la brújula de la vida La moral es el conjunto de reglas de conducta que nos orientan en nuestras relaciones con los demás y en la búsqueda de nuestro camino en la vida. La moral es el conjunto de normas y de valores que nos permiten dar una respuesta eficaz, coherente y satisfactoria a esos problemas que la vida nos pone en el camino. La moral es como una brújula que nos indica la dirección fundamental en la que debemos movernos para caminar con paso firme en la vida. Si no dispones de una moral clara y correcta, tu paso por la vida será vacilante y lleno de riesgos.
LOS ACTOS INMORALES
Lo moral y lo inmoral
Se puede considerar la realidad con dos perspectivas:
Amoral. Son realidades, hechos o acciones que son indiferentes desde el punto de vista
moral, o que no tienen sentido moral. Por ejemplo, los hechos o las leyes naturales son
amorales.
Moral. Proviene del término latino mos, moris. Califica nuestras acciones en las
relaciones que mantenemos con otras personas. Actuamos moralmente cuando
respetamos el código moral de la comunidad en la que vivimos, que corresponde al
entorno propio, y que al hacerlo nos convierte en una buena persona.
No debemos confundir lo
¿Qué son los actos inmorales?
Los actos inmorales son aquellos que se oponen a las normas, creencias y valores establecidos en el código moral que rige la conducta de un determinado grupo social. Están basados en lo que se denomina los antivalores; es decir, el opuesto al valor moral aceptado.
Características de los actos inmorales
– Dado que la moralidad tiene sus fundamentos en los valores éticos, se puede señalar que los actos inmorales se oponen a los valores éticos.
– Finalidad poco definida. Los actos inmorales, aunque por lo general generan malestar social, no siempre se realizan buscando causar algún daño al grupo social.
– Son reprobados por el grupo social. La sociedad culpabiliza y castiga, ya sea de manera legal o mediante marginación, a las personas que exhiben conductas inmorales.
– Pueden ser inculcados. Al igual que las normas morales se aprenden en el seno de la familia, las conductas inmorales también pueden ser adquiridas a través de la exposición continua a actos inmorales. El individuo naturaliza de este modo la conducta.
Amoral
Un bebé: Sus acciones como morder a su madre, hacerse del baño, así como otras cosas, son actos amorales, pero que poco a poco irá cambiando sus actos conforme vaya creciendo.
Animales: En este caso sus actos no son consecuencias morales, ni inmorales, no tienen la manera de razonar y entender las cosas, por ello, se pueden conseguir seres amorales.
Arte: Aquí se puede basar en todos los campos y es una manera de poder expresar alguna queja, molestia o deseo que se tenga directamente a base de una expresión.
Relaciones: Cuando se está con una persona que consideras amigo y a su espalda habla mal de ella o el, sin decirlo de frente, también es considerado un acto amoral.
ECONOMÍA I
LOS HEBREOS
Los hebreos (del latín Hebraei y del griego antiguo Hebraioi [Ἑβραῖοι], y ambos a su vez del hebreo ‘Ivrīm [עברים]) son un antiguo pueblo semita del Levante mediterráneo (Cercano Oriente) establecidos en el año 616 a. C., conocidos también como pueblo judío.2
La tradicional fuente de referencia para los hebreos es la Biblia, cuyo contenido también se encuentra en las escrituras hebreas de la Torá. Según estas fuentes los hebreos constituyen el grupo monoteísta inicial, que es descendiente de los patriarcas posdiluvianos Abraham, Isaac y Jacob.
Según la Biblia y las tradiciones hebraicas (orales y escritas), los hebreos fueron originarios de Mesopotamia. Eran nómadas, vivían en tiendas, poseían rebaños de cabras y ovejas, utilizando asnos, mulas y camellos como portadores. Siguiendo a Abraham, los hebreos emigraron hacia Canaán, la tierra prometida por Dios a los descendientes del primer patriarca. Varias tablillas descubiertas en Mari certifican frecuentes migraciones a través del Creciente Fértil.
Abraham es considerado el primer hebreo por dejar su Caldea natal, y haber atravesado "del otro lado del río" Éufrates. El patriarca y los suyos se asientan en Canaán: en Siquem (actual Nablus), Beerseba o Hebrón. Poco a poco, se mezclan con los pobladores locales y se convierten en agricultores sedentarios. El pueblo de Israel era vecino de otros, como los edomitas, moabitas, amonitas e ismaelitas. El rasgo distintivo de los hebreos fue su convicción en la existencia de un único Dios (Yavé o Jehová). Según los textos del Tanaj, el pueblo de Israel es elegido por Dios para la revelación de principios fundamentales (tales como los Diez Mandamientos contenidos en la Torá) y es con el primer patriarca del pueblo hebreo que Dios establece su Alianza o Pacto, también conocido como Convenio Abrahámico:
En la Biblia, Israel es el nombre nacional de los hebreos. Inicialmente y en su condición tribal, los hebreos no poseían un nombre que los distinguiese históricamente como grupo. El cambio del nombre del tercer patriarca, quien de "Jacob" pasa a llamarse "Israel" (Génesis 32:24 y 32:28) es reflejo el hecho histórico conocido como unión de las tribus hebreas iniciales y de su triunfo sobre los cananeos.5 O, dicho de otro modo, "hebreos" eran antes de la conquista de la tierra de Canaán e "israelitas" se les llamará a partir de dicho acontecimiento (siglo VI a. C.).6
En la actualidad, "hebreo" se emplea para designar a todo aquel que sea miembro o descendiente del pueblo de Abraham, Isaac, y Jacob.7 Hebreo es hoy además sinónimo de israelita y judío.8
En algunos idiomas modernos, entre ellos el griego, italiano, rumano y muchas lenguas eslavas, "hebreos" es empleado como etnónimo estándar de los judíos.
Economía y actividades[editar]
Los hebreos, establecidos en Canaán, se dedicaron a la agricultura y la ganadería. El cultivo característico era el olivo y la vid, también obtuvieron legumbres y lentejas. El pastoreo de ovejas, bueyes, cabras, caballos y camellos acompañaba la actividad agrícola. También trabajaron cerámica y confeccionaron numerosos tejidos de lana y lino, lo más importante de su actividad económica fue el comercio. Esto se debía a que su lugar de asentamiento era una tierra puente, es decir, un lugar de tránsito de mercaderes entre Mesopotamia y Egipto: exportaban aceite y vino e importaban metales, marfil y especias.
ECONOMÍA SIGLOS XVI Y XVIII
El mercantilismo, conjunto de ideas económicas[editar]
Casi todos los economistas europeos de entre 1500 y 1750 se consideran hoy en día como mercantilistas. Sin embargo, estos autores no se veían a sí mismos como partícipes de una sola ideología económica, sino que el término fue acuñado por Víctor Riquetti, Marqués de Mirabeau en 1763, y fue popularizado por Adam Smith en 1776. De hecho, Adam Smith fue la primera persona en organizar formalmente muchas de las contribuciones de los mercantilistas en su libro La riqueza de las naciones.4 La palabra procede de la palabra latina mercāri ('comprar, adquirir, comerciar'), de la que deriva el término mercantil, en el sentido de llevar a cabo un negocio. Fue utilizada inicialmente solo por los críticos a esta teoría, tales como Mirabeau y Smith, pero pronto fue adoptada por los historiadores.
El mercantilismo en sí no puede ser considerado como una teoría unificada de economía. En realidad no hubo escritores mercantilistas que presentasen un esquema general de lo que sería una economía ideal, tal y como Adam Smith haría más adelante para la economía clásica. En su lugar, el escritor mercantilista tendía a enfocar su atención en un área específica de la economía.5 Sería después del periodo mercantilista cuando los estudiosos que vinieron posteriormente integrasen las diversas ideas en lo que llamarían mercantilismo, como por ejemplo Eli F. Heckscher6 que ve en los escritos de la época a la vez un sistema de poder político, un sistema de reglamentación de la actividad económica, un sistema proteccionista y también un sistema monetario con la teoría de la balanza comercial. Sin embargo, algunos teóricos rechazan completamente la idea misma de una teoría mercantilista, argumentando que da «una falsa unidad a hechos dispares».7 El historiador del pensamiento económico Mark Blaug hace notar que el mercantilismo fue calificado con el paso del tiempo como «molesto equipaje», «diversión de historiografía», y de «gigantesco globo teórico».8
Hasta cierto punto, la doctrina mercantilista en sí misma hacía imposible que existiese una teoría general económica. Los mercantilistas veían el sistema económico como un juego de suma cero, en donde la ganancia de una de las partes suponía la pérdida de otra, o siguiendo la famosa máxima de Jean Bodin «no hay nada que alguien gane que otro no pierda» (Los seis libros de la República). Por tanto, cualquier sistema de políticas que beneficiasen a un grupo por definición también harían daño a otro u otros, y no existía la posibilidad de que la economía fuese empleada para maximizar la riqueza común, o el bien común.9 Parece que los escritos de los mercantilistas se hubieran hecho para justificar a posteriori una serie de prácticas, más que para evaluar su impacto y determinar así el mejor modo de llevarlas a término.10
El mercantilismo es, por tanto, una doctrina o política económica que aparece en un periodo intervencionista y describe un credo económico que prevaleció en la época de nacimiento del capitalismo, antes de la Revolución industrial.11
Las primeras teorías mercantilistas desarrolladas a principios del siglo XVI estuvieron marcadas por el bullionismo (del inglés bullion: oro en lingotes).
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